Para alcanzar esa meta, ZP traicionó el pacto anti-terrorista en la época de Aznar manteniendo contactos clandestinos con los terroristas.
Para alcanzar esa meta, ZP bendijo el pacto del Tinell que significaba la exclusión del PP de la vida política en Cataluña y la redacción de un nuevo estatuto catalán que desbordaba la constitución.
Para alcanzar esa meta, ZP ha perseguido y vejado a las víctimas del terrorismo mientras sus terminales mediáticas las sometían a una campaña de denigración propia de una dictadura totalitaria.
Para alcanzar esa meta, ZP permitió que ETA regresara a las instituciones aunque eso significara que se quedara con el dinero de los ciudadanos y que obtuviera fuentes de información que le facilitarían la comisión de nuevos atentados.
Para alcanzar esa meta, ZP volvió la mirada hacia otra parte cuando la organización terrorista asesinó a dos personas en la T-4 y a otras dos más en Capbreton.
Para alcanzar esa meta, ZP siguió dialogando con la banda a pesar de los asesinatos.
Para alcanzar esa meta, ZP se empeñó y logró con la ayuda de IU y de sus aliados nacionalistas que el congreso no revocara la autorización para pactar con la banda terrorista.
Para alcanzar esa meta, ZP mintió una y otra y otra vez a los ciudadanos.
Hoy, la banda terrorista ha hecho lo que sabe hacer mejor: asesinar y una vez más ha quedado de manifiesto la irresponsabilidad, la falta de escrúpulos y la mentira utilizada masiva y reiteradamente por ZP.
Es justo que, siquiera por una vez, ZP salde su responsabilidad con los ciudadanos.
Es justo que, siquiera por una vez, ZP que siguió hablando con los criminales después de que asesinaran a más ciudadanos pague, al menos en parte, su comportamiento.
Es justo que, siquiera por una vez, ZP que tanto ha ambicionado hermanarse con los que desean acabar con España y con la libertad reciba el fruto de sus hechos y
Es justo que suceda en las elecciones del 9 de marzo.