Siempre me ha gustado conservar a los amigos. Reconozco que esa conducta a veces no ha encontrado una respuesta recíproca, pero me he mantenido fiel a ella sin importarme que fueran socialistas de los de ZP, fanáticos religiosos o funcionarios de Hacienda.
A la vuelta de muy pocos meses, concluirá la primera temporada de La Voz. La verdad es que volviendo la vista atrás hay que reconocer que ha sido prodigioso llegar hasta aquí. No se trata sólo de que el programa pudiera encontrar una radio que lo emitiera sino de que además haya podido pagar a sus colaboradores puntualmente hasta el día de hoy.
En la última entrega hice referencia a aquellos salmos que apuntaban al mesías. No se trata, obviamente, del único grupo.
Se podrá discutir si fue superior a otros pintores españoles como Velázquez o Murillo, pero no puede ponerse en tela de juicio que nadie como él supo adelantarse a las corrientes pictóricas ya fueran el romanticismo, el impresionismo y el expresionismo.
España ha sido históricamente una nación de conversos. Teniendo en cuenta fenómenos como la Reconquista o la Contrarreforma y, siquiera por deseo de sobrevivir, no debería sorprendernos.
En 1992, Juan Pablo II procedió a rehabilitar a Galileo y a pedir público perdón por la condena que había sufrido el científico. Galileo había afirmado que era la tierra la que se movía alrededor del sol y no viceversa.
El sábado pasado, 9 de mayo, se celebró en Moscú y otras veinticinco ciudades rusas el Día de la Victoria sobre la Alemania nazi. Occidente decidió no participar en un acto de deplorable amnesia.