No me cabe la menor duda de que la aplastante mayoría de los ciudadanos – varones incluidos – contemplan con verdadero horror acciones como la violación, el abuso sexual, el acoso y la violencia.
Era yo mucho más joven entonces. Quizá cerca de treinta años. Todavía era común escuchar la música en cassettes y yo entré en una tienda del sur de Estados Unidos buscando música góspel que no conociera. Fue así como mi mirada se topó con la foto de una hermosa mujer rubia.
Poco a poco me van llegando aquellas conferencias de las que ya les he hablado en ocasiones anteriores. La que hoy les traigo es la pronunciada en el curso del I Congreso de la Biblia celebrado en Buenos Aires, Argentina. Su tema es la visión de la mujer que defendió la Reforma.
Era yo un adolescente y el padre Arce, que nos enseñaba griego en San Antón, enfermó. Seguramente, era un catarro, pero, acompañado de fiebre, aquel día se quedó guardando cama. Cuando acabó la jornada escolar, un par de alumnos nos acercamos a visitarlo.
Con el paso del tiempo, la lectura de las obras de Stephen Crane llegaría a convertirse en un placer que retomo de manera periódica y siempre en versión original. Sin embargo, cuando tenía once años ni podía leer en inglés ni sabía nada de la trayectoria literaria de Crane.
Hace ya meses me referí a un biotipo al que denomine zampacaterings. Permítaseme que hoy me detenga en otro al que llamaré encuentrachollos. Aclaro para los lectores hispanoparlantes ubicados a este lado del Atlántico donde resido que el chollo es un golpe de suerte de las más diversas formas.
Llegó el nuevo plan contra la violencia de género respaldado por todos los partidos políticos. Como sucede habitualmente, todos se felicitan, se dan besos y palmadas y, especialmente, se gasta el dinero del contribuyente, por supuesto, no pocas veces en entidades no gubernamentales.