Parece mentira cómo determinados recuerdos se quedan grabados en nuestra memoria a pesar de su aparente trivialidad. Por ejemplo, yo guardo un recuerdo totalmente nítido de la primera vez que leí Drácula.
Roma mantenía la seguridad de su imperio sobre la base de las fuerzas que controlaban sus fronteras. El limes constituía la garantía de presente y de futuro y en ese cometido desempeñaban un papel fundamental los centuriones, curtidos funcionarios que se jugaban la vida para que los ciudadanos pudieran dormir tranquilos.
La ciudad a la que se encaminaron, Iconio, la moderna Konya, se encontraba situada a unos ciento cincuenta kilómetros al este-sureste de Antioquía de Pisidia.
Uno de los aspectos más sobrecogedores del libro del Apocalipsis es cómo presenta realidades que contemplamos a diario y que son vistas por Dios de una manera que es muy distinta a cómo las ven los ojos humanos. Por ejemplo, en el libro aparece un poder religioso simbolizado por la imagen de una mujer que tiene su sede sobre una ciudad con siete colinas y que viste de color escarlata.
Tal y como quedó apuntado al final del capítulo 3, Booz se dispuso a cumplir con lo dispuesto por la Torah para poder tomar a Rut como esposa. La base de toda la situación descansaba en los preceptos de la Torah encaminados a mantener el patrimonio familiar.
El enfoque de un gobierno se puede ver a la perfección cuando se examinan los presupuestos. Las partidas ubicadas en uno u otro lugar nos dicen lo que verdaderamente pretende el ejecutivo y lo que la nación puede esperar. Lo mismo sucede con los impulsados por el presidente Trump.
El jasidismo es una corriente que surgió en el seno del judaísmo a finales del s. XVIII. Sin saberlo, muchos la conocen siquiera porque han contemplado en las películas a esos judíos de largas guedejas en las sienes (su nombre es peot) que visten de negro rigurosos, se tocan con sombreros y gorros de forma peculiar y, ocasionalmente, se entregan a movidos cánticos y animadas danzas.
Hace años aquel escritor italiano especialmente agudo que se llamaba Curzio Malaparte escribió una obra dedicada a describir la técnica del golpe de estado.
Y todo lo que empieza tiene un final. Se perdieron muchos Corría el año… y yo no he sido incapaz de dar con más de los restos del naufragio.