El informe reciente del senado de los Estados Unidos ha colocado ha calificado como “brutal e ineficaz” el modo en que se comportó la CIA con reclusos aprehendidos en la denominada “guerra contra el terror”.
Quizá deba atribuirse a testarudez personal, pero, las tesis martilleadas por distintas agencias en el sentido de que Putin es un nuevo Stalin – como mínimo, zar – y de que los nacionalistas ucranianos son demócratas, no me convencen.
Escuché este negro spiritual cuando era sólo un niño y me dejó impresionado. No entendía su contenido, pero la forma musical, la distribución de las notas, la cadencia profunda me llegaron al corazón.
Precisamente por las características que señalamos la semana pasada, la importancia de la Torah es extraordinaria y puede afirmarse sin temor a la exageración que ha cambiado la historia.
Si alguien en la Historia de España merece el calificativo de genio militar, ése es Gonzalo Fernández de Córdoba. Perteneciente a la nobleza castellana, se crió en Córdoba y todavía niño pasó al servicio, primero, del príncipe Alfonso y luego de su hermana Isabel I.
Después de menos de dos años en el poder, Benjamin Netanyahu ha anunciado la disolución del parlamento y la convocatoria de elecciones. Previamente, Netanyahu había protagonizado un incidente significativo.
De creer a la madre de Pablo Iglesias, a su hijo, siendo casi un niño, “le dio por Lenin, Marcuse, Hegel, Allende... ¡Los devoraba!». Quizá sea así, pero en él no ha quedado la menor huella del pensamiento táctico o del análisis teórico de Lenin – a decir verdad, contradice ambos a cada paso – y no digamos ya de Marcuse o de Hegel.
Esta semana, Dios mediante, La Voz cumplirá sus primeros cincuenta programas de radio. Ese medio centenar de emisiones constituye una experiencia de libertad incomparable y más si se contrasta con lo que está sucediendo no sólo en España sino también en otros países con los medios de comunicación.