También es el Cid uno de los pocos españoles – otros fueron Colón y Cortés - que llamó la atención de Hollywood para convertirlo en protagonista de una de sus super-producciones. Sin embargo, el Cid ha terminado, con el paso del tiempo, convirtiéndose en un personaje políticamente incorrecto. Razones no faltan. De entrada, el Cid creía en la superioridad de los principios sobre la sumisión política. Cuando cundió la sospecha de que Alfonso podía haber participado en el asesinato de Sancho para acceder al trono de Castilla fue Rodrigo Díaz de Vivar, más tarde conocido como el Cid, el que le obligó a jurar que no había sido así, todo ello como trámite previo a ceñirse la corona. Desterrado por el rey y, de manera especial, por la acción de los envidiosos de la corte, Rodrigo no se convirtió en un vasallo desleal sino que continuó acudiendo en socorro de su rey lo mismo para vencer a los régulos musulmanes que a los nobles de la actual Cataluña a los que proporcionó más de una tunda memorable. Finalmente, Rodrigo fue esencial a la hora de contener a los almorávides que, venidos del norte de África, intentaban apuntalar un islam hispano más que cuarteado tras la muerte de Almanzor y la desaparición del califato. Sin el talento estratégico del Cid – que llegó a tomar la plaza fuerte de Valencia como eslabón de una cadena defensiva – los almorávides no sólo hubieran obligado a los castellanos a repasar el Tajo fijando otra vez sus líneas de defensa en el Duero sino que las pequeñas unidades políticas del noreste como Aragón, Navarra y los condados de lo que luego sería Cataluña podrían haberse visto asolados como en la época de Almanzor. Semejante desastre lo evitó un caballero castellano al que los propios musulmanes llamaron As-Sid, es decir, el señor. Dicen que incluso después de muerto la visión de su cadáver infundió el pavor en sus enemigos. Quizá, pero lo que, sin duda, es cierto es que cuando en otros lugares, como Francia, quisieron escribir dramas donde se encarnaban el valor, la nobleza e incluso el amor, escogieron como protagonista al Cid.
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