La película resulta muy clara en cuanto a las razones reales de la guerra, las posiciones de gente del norte y del sur, la psicología de los principales personajes, los sentimientos de la gente de a pie, el desarrollo de las operaciones militares e incluso el destino de tantos negros que se integraron en el ejército de la confederación – más de sesenta mil – y a los que no se hace referencia por la sencilla razón de que resulta intolerable que la gente sepa que muchos negros prefirieron combatir con el sur a pesar de la esclavitud que con la unión a pesar de las proclamas emancipadoras.
Es un elenco excelente el que reúne Dioses y generales con un Robert Duvall interpretando al general Lee – de hecho, tiene lazos de parentescos con el héroe sureño – un Stephen Lang magnífico como Stonewal Jackson y un Jeff Daniels excelente como Joshua Chamberlain. Hace unos años en España se publicó la versión del director de esta película en DVD – en torno a una hora más de metraje – y, verdaderamente, merece la pena verla. Ahora que hay tanto majadero queriendo derribar las estatuas de los héroes confederados, es una película que merece la pena ver incluso más de una vez.