Encontrándose en Yatrib (shumada 1 del año 6 / septiembre-octubre de 627), Mahoma supo gracias a sus espías que una caravana de coraishíes procedente de Siria regresaba a la Meca. De manera inmediata, envió una expedición al mando de Zayd b. Hariza para apoderarse de ella lo que consiguió capturando además numerosos prisioneros. Mahoma confió a uno de ellos, al-Mugira, a Aisha. Sin embargo, la esposa del caudillo de Yatrib se distrajo en la custodia del prisionero lo que éste aprovechó para darse a la fuga. Indignado, Mahoma pidió a Al.lah que castigara a Aisha dejándole paralítico el brazo e inmediatamente ordenó que persiguieran al huido. Éste dio muestras de un notable ingenio para escapar de Mahoma. Sus perseguidores lo alcanzaron, pero entonces se confundió en medio de un grupo de arqueros musulmanes que regresaba a Yatrib. Con todo, lo volvieron a identificar y, finalmente, fue entregado a Mahoma. Según la tradición, Mahoma descubrió entonces que Al.lah lo había escuchado y que Aisha no podía mover un brazo. Reconociendo que era irascible y se dejaba cegar por la ira como otros hombres, según las fuentes islámicas, Mahoma habría suplicado a Al.lah que curara a Aisha lo que habría tenido lugar inmediatamente.
También en esta expedición fue capturado Abu-l-As b. al-Rabi, que estaba casado con Zaynab, la hija de Mahoma. Con anterioridad, había caído prisionero en la batalla de Badr, pero entonces había logrado la libertad al permitir que su mujer se marchara a Yatrib. Ahora, suplicó a su esposa que lo protegiera lo que ésta hizo presentándose a la puerta de la mezquita y afirmando que estaba bajo su amparo. Mahoma ordenó entonces a su hija que no mantuviera relaciones sexuales con su marido – seguía siendo un pagano – pero accedió a la petición de devolverle sus bienes y permitirle que regresara a la Meca. El matrimonio iba a dar muestras de una notable solidez. Buena prueba de ello es que el marido de Zaynab regresó a la Meca, liquidó allí sus negocios, regresó a Yatrib, abrazó la predicación de Mahoma y continuó su vida conyugal.
CONTINUARÁ