No digo que no sean más o menos importantes todas esas metas, pero confieso que ni de lejos me identifico con ellas. Por el contrario, sí me siento muy cercano a esta breve canción góspel que afirma que soy débil, pero que Dios es fuerte y que, precisamente, por eso, lo que deseo cada día es caminar siquiera un poquito más cerca de El. Porque yo soy consciente de mi enorme fragilidad, de que esta vida no es fácil y de que sin El estaría más perdido que un camello en la ópera.
Cuando hablo de cercanía, no me refiero sólo a la comunicación – que la verdad es que resulta excelente y no me puedo quejar de ella – sino a intentar acercarme a diario, aunque sea algo nada más, a la manera en que vivió Jesús. Como dice la canción, “que así sea, que así sea”. Y es que, a fin de cuentas, el verdadero crecimiento de un discípulo de Jesús se ve en si, aunque sea lentamente y con dificultades, su vida va cambiando para asumir el carácter del Maestro. Eso deseo para mi. También para ustedes. Y ahora les dejo con dos versiones de esta deliciosa canción. La primera es del Golden Gate Quartet, un cuarteto extraordinario dedicado durante décadas al Gospel. La segunda es de dos grandes del country: Patsy Cline – que Dios la tenga en Su gloria – y Willie Nelson. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
Aquí va el Golden Gate Quartet
Y aquí están Patsy Cline y Willie Nelson