Se trata de que lo más cotidiano nos supera. En ocasiones, esos problemas llegan incluso a enquistarse y no hay manera de sacarlos de nuestra vida mientras van discurriendo los años. Llegados a ese punto uno se formula preguntas como: “¿Cuando estás abrumado y lleno de desesperación quién te da valor para seguir adelante?”. Es lo mismo que se pregunta la letra de esta canción góspel que he seleccionado en la versión de Elvis Presley. ¿Qué sucede en esos momentos en que los problemas son mayores, mucho mayores que nosotros? Pues que hay alguien que aún es mayor que ellos, que tu y que yo. Dios, por supuesto.
Esta canción es un canto de esperanza no porque niegue la realidad sino porque se limita con sencillez a afirmarla. Somos limitados y, en ocasiones, no podemos más. Así de claro. Cuando suceda tal cosa, debemos recordar que Dios está esperando a que acudamos a El para ayudarnos. Quisiera invitar esta mañana de sábado a los lectores de este muro a hacerlo. Háganlo de manera sencilla, sin fórmulas ni aditamentos. Con la sencillez de un niño que se dirige a su padre, vuélvanse a Dios y pídanle ayuda. Como dijo Jesús: “el que pide recibe y al que llama, se le abre!. Que así sea en sus vidas como lo ha sido en la mía en multitud de ocasiones. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios les bendiga!!!
Y aquí los dejo con Elvis…