Recuerdo perfectamente el impacto que me causó este himno cuando lo escuché por primera vez. Fue en 1977 y al escucharlo lo cante con plena convicción porque expresaba una realidad que tanto yo como la gente de la asamblea en que me congregaba vivía. Sin duda, hay que conocer la teología que aparece en el Nuevo Testamento para entender su mensaje. A diferencia de los que no tienen seguridad alguna sobre cuál será su destino eterno o que piensan incluso que pueden pasar años y años en un lugar jamás mencionado en la Biblia y conocido como Purgatorio, los que hemos aceptado por fe la obra de Jesús en la cruz sabemos con toda certeza que cuando se pase lista allá arriba nosotros estaremos. No por nuestros méritos, no por nuestras obras, no por nuestra superioridad espiritual sino porque aceptamos a través de la fe lo que Dios nos ofreció en el Calvario. Sé que no pocos de los paseantes de este muro tienen esa certeza. Nada me alegraría más que saber que su número sigue creciendo como lo ha ido haciendo en los últimos meses.
He escogido dos versiones de este himno para compartirlo este sábado. El primero es entonado en su versión inglesa en esos maravillosos programas de Gospel que son los Gaither Homecoming. La versión, cantada en una iglesia evangélica, es muy hermosa, pero, sobre todo, es muy cercana. La segunda en español es de Javier Molina – la canción ha sido muy popular siempre en iglesias evangélicas de habla hispana – y está también bastante bien. Que las disfruten.
Aquí tienen la versión de los Gaither Homecoming
Y ésta es la versión de Cuando allá se pase lista de Javier Molina