Las recientes muertes de Alton B. Sterling y Philando Castile, dos ciudadanos negros libres de toda sospecha, a manos de agentes de la policía y las posteriores represalias concluidas con el asesinato de varios agentes del orden en Dallas, Texas, han vuelto a colocar sobre la mesa un tema de sangrante actualidad en Estados Unidos. ¿Existe o no una batalla de la policía contra los negros?
Asisto con sorpresa a la noticia de que gente cercana al gobierno espera que España atraiga los bancos que, supuestamente, abandonarán Gran Bretaña tras el Brexit. El deseo es óptimo, pero no tiene el menor fundamento. Me explico. España, lamentablemente, lejos de atraer a grandes empresas las ahuyenta. Las razones son varias.
No es que quiera ser reiterativo, pero hoy tengo que volver a hablar de museos washingtonianos. Uno de ellos gratuito y otro, accesible gracias a una pequeña cantidad. El primero es el Smithsonian dedicado a los indios americanos. Sobre la cuestión de los indios en España siempre ha existido la inmersión en una nebulosa de falsedad.
La semana pasada, trajimos de regreso al presente el primero de los dos programas que dediqué en Corría el año… a la guerra de Secesión. El conflicto concluyó con el mantenimiento de la unión aunque el asesinato de Lincoln retrasó en décadas – prácticamente un siglo – la emancipación total de los negros.
LOS PRIMEROS CRISTIANOS LAS FUENTES ESCRITAS (V): FUENTES CRISTIANAS (III): El libro de los Hechos[1]
Los imperios siempre creen que van a ser eternos. Los antiguos egipcios estaban convencidos de que la divinidad del faraón y la repetición anual de ciertas ceremonias religiosas garantizaban que su imperio permanecería poderoso y próspero.