Desde hace más de una década soy un aficionado perseverante de los libros de Francisco Pérez Abellán. Lo que, en un primer momento, fue curiosidad relacionada con la Historia criminal de España – un tema que Abellán conoce como muy pocos - acabó derivando en tributo historiográfico al leer su magnífico e insuperado estudio sobre el asesinato de Prim.
En multitud de ocasiones, el ser humano se encuentra inmerso en circunstancias por las que se siente abrumado y desgarrado. A decir verdad, parece como si alguien hubiera apagado cualquier luz en torno a él y sólo lo envolviera una insoportable y cegadora oscuridad.
En la última entrega, nos detuvimos en la manera en que podemos descubrir quién es apóstol – poco o nada parecido a los que ahora afirman serlo o pretenden sucederlos – y lo que esto implica en cuanto a dificultades y tribulaciones.
El esfuerzo fiscal en España es, gracias al desaparecido Montoro, el más elevado de la Unión Europea. A decir verdad, según multitud de especialistas, resulta abiertamente confiscatorio.
Era yo un adolescente tranquilo y, a la vez, inquieto cuando leí por primera vez La fuerza de amar, quizá el libro más popular de Martin Luther King.
La semana pasada, estuve por dos veces en el programa El Espejo. La segunda fue el viernes y tuvimos ocasión de charlar de cuestiones como China, la matanza de Tiananmen y el futuro de las dictaduras comunistas.
Después de un prolongado goteo de anuncios, el ciudadano español – convertido en súbdito por Montoro, según la Declaración de Granada – cuenta con la lista completa de ministros, ministras y ministres del gabinete de Pedro Sánchez.