En 1882, en un día soleado, Louisa Stead, su marido y su hija Lily decidieron ir de excursión a Long Island Sound. Cuando se hallaban disfrutando del día, repentinamente, escucharon el grito de un joven que pedía socorro y el señor Stead acudió en su auxilio.
De entre los libros históricos pocos resultan más actuales y prácticos que el libro de Nehemías y es así porque detalla la manera en que una nación sumida en una profunda crisis social, económica, política y, sobre todo, espiritual emergió de ella.
Se ha puesto de moda en las últimas décadas despotricar contra Felipe V y considerarlo un rey invasor. Nada más lejos de la realidad.
Si, como he señalado en columnas anteriores, la China actual cuenta con una extraordinaria pujanza laboral y familiar como dos de los pilares de su éxito, una parte no menos relevante en esos extraordinarios resultados le corresponde a su política exterior.
Hace unas semanas vi la última película de Clint Eastwood sobre un francotirador norteamericano destinado en Iraq.
Como saben los seguidores de estos muros, hace dos semanas tuve la oportunidad de viajar a San Pedro Sula, Honduras, para dictar diferentes conferencias.
La experiencia del exilio en Babilonia resultó especialmente traumática para los judíos y no sorprende que, como señalamos en una entrega anterior, la Biblia judía – nuestro AntiguoTestamento – concluya con el anuncio del final del exilio. La división cristiana de esa primera parte de la Biblia se centra más en un orden lógico e incluso, en buena medida, cronológico.
La división de Europa entre naciones que abrazaron la Reforma o la Contrarreforma se dejó sentir en todos los órdenes de la vida. Los pintores protestantes como Rembrandt plasmaban temas bíblicos a la vez que los primeros testimonios pictóricos de la ciencia y del comercio.