Hace ya unos años, un conjunto de eruditos de Estados Unidos elaboró un libro en el que estaban contenidas las cien obras que, a su juicio, había que leer obligatoriamente en español. Entre ellas, se encontraba mi Enciclopedia del Quijote, publicada por Planeta, aunque previamente la hubiera contratado Mario Muchnik sin que pudiera ver entonces la luz. La decisión de incluir mi libro entre las cien obras de lectura obligatoria había sido del director de la biblioteca de la universidad de Yale. Si por aquel entonces yo hubiera sido ya ciudadano americano, seguramente me habrían ofrecido una cátedra para dedicarme a vivir de Cervantes y de su criatura más conocida por el resto de mi vida. Pero yo era español y en España, nadie se hizo eco de la noticia. Cuento esto para dejar de manifiesto hasta qué punto el Quijote ha sido objeto de mis lecturas y meditaciones desde hace décadas. En realidad, supongo que así fue desde los nueve años cuando me acerqué por primera vez al texto gracias a que era lectura obligatoria – y adaptada – en el curso de ingreso. La mayoría de mis compañeros pasaron por el texto, pero no estoy muy seguro de que el texto pasara por ellos. Yo, sin embargo, me quedé para siempre unido a su lectura. Hace mucho que he perdido la cuenta de las veces que he leído el Quijote. Este verano, por ejemplo, lo estoy releyendo por enésima vez y, como era de esperar, encuentro en la obra cervantina cosas nuevas. Por ejemplo, la cantidad de coces que da en la primera parte de la novela a Lope de Vega. Hay que conocer muy bien la vida de Lope y también su obra para captar las puntadas, pero existen, abundantes, sutiles y – sospecho – muy dolorosas para Lope. También estoy contemplando los resabios erasmistas que hay en el Quijote. No llegan al extremo del Lazarillo o de otras obras del siglo de Oro, pero Cervantes – que era elegantemente prudente en sus narraciones – da unos guantazos a la iglesia católica, a sus prácticas y a la inquisición de esos que tiembla el misterio. No porque fuera un descreído sino, precisamente, porque era muy hondamente creyente y determinadas situaciones le revolvían el estómago con toda la razón del mundo.
De vez en cuando, la vida te depara sorpresas, sorpresas que incluso son gratas. El otro día, de la manera más inesperada, recuperé los relatos que todas las noches contaba en otra radio, en otro país y en otro tiempo. Tengo que decir que se trataba de relatos que improvisaba cada noche y sin notas ni ensayo ni guion previo procedía a desgranarlos ante la cámara. A través de historias breves, intentaba yo conseguir que los oyentes y televidentes reflexionaran un poco sobre el mundo en el que vivimos y sobre todo acerca de cómo deberíamos vivir en él. Sólo ellos – y Dios – pueden juzgar si lo conseguí alguna vez. A partir de este mes de julio, estos relatos aparecerán en https://www.cesarvidal.tv/el-relato-de-cesar-vidal como un servicio más dado a los suscriptores. Les dejo aquí uno de ellos. Espero que lo disfruten. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
Si horrible era la perspectiva del tormento no lo era menos el rigor de las condenas posteriores aunque varió según las fechas. Antes de 1530, la proporción de sentencias a la última pena fue muy elevada. Sin embargo, aunque con posterioridad se produjo una reducción de la letal proporción, las condenas a muerte volvieron a experimentar un incremento en tres épocas muy concretas. La primera – a la que ya nos hemos referido – cuando Felipe II decidió exterminar a los protestantes españoles; la segunda cuando en la Corona de Aragón, se desató una oleada represiva contra homosexuales y zoófilos y, finalmente, entre 1648 y 1660 cuando, tras tener lugar la caída del Conde-Duque de Olivares tuvo lugar una verdadera cacería del converso procedente del judaísmo, en no pocos casos de origen portugués. En otras palabras, la Inquisición redujo las condenas a muerte cuando estimó que el objeto de su ira había sido completamente exterminado y no vaciló en volver a multiplicarlas cuando llegó a la conclusión de que existía un nuevo segmento de la población que debía ser aniquilado. De ahí que durante el siglo XVIII siguiera pronunciando penas de muerte en 1714, 1725, 1763 y 1781 y que incluso en pleno siglo XIX, tras la obra de las Cortes de Cádiz y el regreso de Fernando VII, su último ajusticiado fuera un maestro llamado Cayetano Ripoll cuyo delito había consistido en ser protestante.
Imaginen sólo por unos instantes que una joven sordomuda de manera inesperada comienza a hablar y oír. El hecho – que ella atribuye a la Virgen – va a más cuando un muchacho, postrado en una silla de ruedas, comienza a caminar después de que la muchacha reza por él. Mientras las noticias corren como un reguero de pólvora, el obispo de la diócesis llega a la conclusión de que sería extraordinario que se construyera el santuario que la joven dice que hay que erigir en honor de la Virgen para contar con un foco de ingresos tan relevante como Lourdes o Fátima. Por supuesto, los medios cubren con sensacionalismo lo que sucede en el lugar mientras acuden en masa católicos deseosos de recibir algún bien o de volver a creer. Hasta ahí todo parece normal, pero ¿y si quien se aparece a la joven como la Señora, no es ni por asomo la madre de Jesús? ¿Y si se trata de otro ser espiritual? ¿Y si es incluso una manifestación directamente relacionada con Satanás? Ese es el tema que plantea The Unholy, una película estrenada este año, y que se basa en una novela de 1983 Shrine de James Herbert. Que el Diablo puede presentarse como un ángel de luz es algo que el propio Pablo señaló a sus hermanos de Corinto (2 Corintios 11: 14) al mismo tiempo que les advertía de que los siervos del Diablo pueden aparentar ser apóstoles o siervos de Dios. La manera en que Pablo decía que se podía saber si esas apariciones espirituales eran o no de Dios consistía en comprobar si anunciaban o no el evangelio de “la justificación por la fe sin obras” (Gálatas 2: 16). Si incluso un ángel predicaba un evangelio distinto a ése debía ser rechazado de plano (Gálatas 1: 8). La película The Unholy nos traslada, quizá involuntariamente, hacia ese tema, el del origen real de las apariciones y milagros. Sí, hay apariciones y sí, pretenden venir de Dios, pero ¿es así realmente? La realidad es que en no pocos casos son directamente obra del Diablo y la prueba es que transmiten mensajes apocalípticos, órdenes para dejar de fumar, imposición del rezo del rosario, pero nada que se parezca ni de lejos a lo que enseña la Biblia. Precisamente por eso, el mensaje de Pablo a los Gálatas es tan actual y también precisamente por eso, merece la pena ver The Unholy. Aquí les dejo el trailer. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
No suelo subir a este blog las entrevistas escritas que me practican, pero debo reconocer que ésta constituye un caso excepcional. El domingo, el medio online Vozpopuli publicó una entrevista en la que, entre otras cuestiones, me preguntaron por mi opinión sobre los medios en España y las conductas seguidas por la Agencia tributaria. El solo hecho de formular esas preguntas implica una gallardía totalmente inusitada razón por la cual me sometí a la entrevista encantado. Léanla y comprenderán por qué en mis ocho años de exilio ni un solo medio en España realizó una entrevista semejante. Hacía falta mucho valor y, al menos, algo de decencia porque durante años han publicado atrocidades sin contrastar una sola afirmación conmigo. Espero que la disfruten. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
En la primera parte de esta conferencia, pude mostrar cómo el Texto crítico está mutilado y además resulta no sólo artificial sino basado en menos manuscritos, peores y más tardíos que los representados en el Texto mayoritario. Comencé también a mostrar cómo semejante disparate filológico e historiográfico se basaba en la obra de Westcott y Hort y fui desgranando quiénes eran Westcott y Hort. En este segundo video, termino de mostrar quién era esta pareja y lo que la caracterizaba. También dejo de manifiesto cómo su trabajo es la base del denominado Texto crítico y cómo además es la base para las traducciones más recientes entre las que se encuentra la NVI. De hecho, en esta segunda parte podrán ver cómo la directora de estilo de la NVI fue una lesbiana que acabó sus días como trans, cómo el director de traducción del Antiguo Testamento fue un militante gay y cómo el director de la NVI en español es un liberal que no cree que, por ejemplo, los libros de Moisés fueran escritos por Moisés. Al final, dedico bastante espacio a responder preguntas del público. Espero que disfruten esta segunda parte de la exposición. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
Tras haberse detenido en señalar como todo es gracia, Lucas dedica los siguientes versículos a mostrar lo que verdaderamente importa. El tema no es baladí y más teniendo en cuenta el despiste generalizado sobre una cuestión tan relevante. La introducción la sitúa Lucas en el conocido episodio de los niños que llevaban a Jesús para que los bendijera. Para los discípulos, aquello resultaba intolerable. ¿Qué aportaban los niños? Nada. No podían entregar donativos, no podían seguir a Jesús, no podían realizar nada digno de mención. De manera que el espíritu práctico de unos discípulos cuya preocupación principal era saber qué cuota de poder les correspondería en el Reino sólo podía reprenderlos (11: 15). Y sin embargo… sin embargo, Jesús lo veía de otra manera. Había que dejar a los niños venir a él y no impedírselo porque de los que son como niños es el Reino de los cielos (11: 16). A decir verdad, el que no recibe el reino de Dios como un niño no puede entrar en él (11: 17). Tremendo, pero cierto. Los discípulos pudieron comprender todo y sacar conclusiones importantes, pero no se enteraron de nada y antepusieron otras consideraciones a lo importante que, en ese caso, era aprender y bendecir a unas criaturas.
Hoy César Vidal entrevistará a Cristina Seguí que nos lo contará todo sobre su nuevo libro: "La mafia feminista" de la editorial Homo Legens y de su nuevo programa de televisión homónimo en cesarvidal.tv
Las noticias económicas del día con César Vidal y Lorenzo Ramírez.
Las noticias del día con César Vidal y María Jesús Alfaya.