Tras la segunda guerra mundial, la palabra democracia se consolidó de tal manera que todos los regímenes se la apropiaron apellidándola. Las dictaduras comunistas del Este de Europa se definían como democracias populares, y la franquista olvidó las referencias iniciales al estado totalitario con las que se llenó la boca durante la guerra civil para denominarse democracia orgánica. Había no poco de desvergüenza en ambos casos, pero también de tributo al triunfo de la democracia. Los dictadores tenían que ocultar su condición de tales, porque ser dictador es algo miserable y ruin.
Hace menos de un lustro, el presidente del Consejo europeo, Herman van Rompuy se manifestó favorable a la tasa Tobin, una invención de unos años antes debida al economista del mismo nombre que pretendía gravar fiscalmente las transacciones bancarias. Herman estaba convencido – o lo convencieron porque venía de una reunión del Grupo Bilderberg - pero su hermana Christine tenía una idea muy diferente y, de hecho, no tardó en subrayar que “cualquier nuevo impuesto afectará directamente a los pobres”.
Me llega la noticia de que una asociación de prensa ha decidido otorgar su galardón anual en periodismo económico al catedrático Roberto Centeno. No me cabe la menor duda de que pocas veces habrá estado más justificado un premio. Pero, al mismo tiempo, esa feliz situación me trae a la memoria multitud de reflexiones vinculadas con él.
Hace algunos años, el entonces director de la revista Muy interesante - ignoro si lo sigue siendo a día de hoy – me propuso escribir una serie sobre personajes históricos que cubriera una doble página en cada número de la publicación. Él escogía los personajes, yo redactaba la biografía. Acepté porque siempre me gusta abordar retos nuevos y la serie – la verdad sea dicha - fue un éxito.
¿Hay salida? (X): La libertad no es pecado
Hay ocasiones en que la Historia parece encabalgarse. En 1914 – hace ahora cien años – la Historia del mundo cambiaba con la Primera guerra mundial hasta extremos que no se han corregido todavía. De hecho, en no escasa medida, sufrimos problemas derivados de aquella que se denominó Gran Guerra. Al mismo tiempo, un inglés llamado Charles Chaplin se estrenaba como creador de un personaje al que se llamó “Little tramp” o “Little fellow” (El pequeño vagabundo o el pequeño sujeto).
Aquí les dejo el video con las interesantes preguntas que me hicieron los asistentes a la presentación de "Mahoma, el guía".
Como había venido anunciando, el 31 de marzo, a las 6,30 de la tarde tuvo lugar en el Books&Books de Coral Gables, en Miami, la presentación del libro Mahoma, el guía, tercero de una trilogía iniciada con Jesús, el judío y seguida por Buda, el príncipe.