Se cuenta que un historiador obsequioso se dirigió en cierta ocasión a Alfonso XIII para informarle de que estaba escribiendo una biografía de Fernando VII. Acto seguido, añadió: “Y pretendo dejarle bien”, a lo que repuso Alfonso XIII: “pues trabajo vas a tener”.
En el año 1995, a las dos décadas del final de la guerra de Vietnam, Robert S. McNamara, el que fuera secretario de defensa durante el período más decisivo del conflicto, publicó un libro en el que analizaba las lecciones que debían extraerse del mismo.
Siempre me ha gustado conservar a los amigos. Reconozco que esa conducta a veces no ha encontrado una respuesta recíproca, pero me he mantenido fiel a ella sin importarme que fueran socialistas de los de ZP, fanáticos religiosos o funcionarios de Hacienda.
A la vuelta de muy pocos meses, concluirá la primera temporada de La Voz. La verdad es que volviendo la vista atrás hay que reconocer que ha sido prodigioso llegar hasta aquí. No se trata sólo de que el programa pudiera encontrar una radio que lo emitiera sino de que además haya podido pagar a sus colaboradores puntualmente hasta el día de hoy.
En la última entrega hice referencia a aquellos salmos que apuntaban al mesías. No se trata, obviamente, del único grupo.
Se podrá discutir si fue superior a otros pintores españoles como Velázquez o Murillo, pero no puede ponerse en tela de juicio que nadie como él supo adelantarse a las corrientes pictóricas ya fueran el romanticismo, el impresionismo y el expresionismo.
España ha sido históricamente una nación de conversos. Teniendo en cuenta fenómenos como la Reconquista o la Contrarreforma y, siquiera por deseo de sobrevivir, no debería sorprendernos.