Permítanme que les presente a unas de las personas que he conocido en los últimos tiempos. Se trata de un joven norteamericano llamado Michael.
Por razones que no vienen al caso, muy frecuentemente mantengo conversaciones con asiáticos, americanos y, en menor medida, europeos que se plantean la posibilidad de invertir en España. En su inmensa mayoría, acaban decidiendo no hacerlo y sus argumentos son poderosos.
La versión oficial china dice que Mao acertó en un setenta por ciento y se equivocó en un treinta. Es discutible esa afirmación. Sí se puede decir que ningún dictador causó tantos millones de muertos entre su propio pueblo – mucho más que Hitler o Stalin – que consolidó la dictadura del partido comunista y que mantuvo a la cohesión de China aunque, a su muerte, su situación de atraso era innegable.
En una fecha situada en la primera década del s. I d. de C., el que después sería conocido como Pablo nació en Tarso.
Esta semana ha sido muy movida porque, a diferencia de los medios españoles y de buena parte de los americanos, un servidor ya anunció a inicios de octubre que Trump podía ganar.
La reacción de la gente a la predicación de Hageo fue positiva, pero, como sucede en tantas ocasiones, inconstante. Tras un arrebato de entusiasmo, que apenas duró un mes, Hageo tuvo que volver a repetir su mensaje dirigiéndose expresamente a las autoridades civil y religiosa junto al resto del pueblo.
Me entero de que los primeros participantes de Operación Triunfo se han reencontrado y que la ocasión está provocando una reacción espectacular.
Prácticamente, todos los días me llegan cartas de gente que lee este blog o que escucha el programa de radio de La Voz. Un porcentaje no pequeño va referido a problemas personales y a abusos de poder. La semana pasada, me llegó una misiva escrita por un guardia civil.