Llevo tiempo reflexionándolo y ya no abrigo la menor duda. Para que nuestra sociedad sea más justa, más equitativa, más democrática, en suma, se impone reivindicar a los miopes.
Anda el panorama español de mírame y no me toques. Tras el verano, no puede decirse que se haya solucionado ni uno solo de los gravísimos problemas que aquejan a la nación y sí que da la sensación de que todos se han ido agravando.
Con estupor y preocupación, me entero a este lado del Atlántico de que se amenaza con sanciones a una terapeuta que ofrece entre sus servicios el de cambiar la orientación homosexual por otra heterosexual. Sólo puedo ver en esa situación una enorme injusticia, un atentado contra la libertad y una grave muestra de intolerancia.
La semana pasada tuvimos la oportunidad de ver el primer programa dedicado a los personajes que fueron esenciales en la carrera de Hitler.
LOS PRIMEROS CRISTIANOS: LAS FUENTES ARQUEOLÓGICAS (II): Lugares de devoción (I): las grutas
El campus no se redujo ni mucho menos a las exposiciones de la mirada de Indias. Disfrutamos de un taller literario – especialmente yo – en el que pude ver, día a día, como la gente iba escribiendo cada vez mejor y no faltaban notables muestras de imaginación plasmadas en relatos que varias veces pude calificar de extraordinarios.
El último día del campus lo dediqué a un tema que me parecía de enorme importancia. No iba a hablar de la mirada de Indias sino de la manera en que las Indias habían contemplado a España.
Las dos últimas exposiciones del Campus literario las dedique a dos autores claramente hispanoamericanos. Colón y Las Casas eran españoles o, si alguien duda del origen de Colón, al menos europeos.