Como saben más que bien mis queridos donantes de esperanza, hace ya varios días que cruzamos la línea que separaba el crowdfunding de ser un proyecto a convertirse en una realidad. De hecho, hoy, a cinco días del final, hemos conseguido incluso un tres por ciento más de la cifra señalada como objetivo.
La semana pasada volví a pasar por El espejo que dirige prodigiosamente Juan Manuel Cao para hablar del Foro de sao Paulo. Un tanto amortiguado su impacto mediático en los últimos años, el Foro de sao Paulo fue clave para la llegada al poder de Chávez, Morales, Ortega, Correa, los Kirchner y Lula da Silva, en resumen, para dar la vuelta a la situación política en Hispanoamérica.
Posiblemente, nunca llegue a saberse quién fue el personaje que se ocultó durante años bajo el pseudónimo de B. Traven. De origen europeo, quizá anarquista, acabó buscando refugio en México y lo encontró hasta el final de sus días.
Escribí este artículo antes de las elecciones del PP del pasado sábado. Saquen ustedes sus consecuencias.
El enfrentamiento con las autoridades espirituales de Israel (15:1-16:12)
La canción que traigo este sábado es un himno evangélico muy modesto, tanto que en muchos casos se ha limitado su canto a niños de la escuela dominical. Sin embargo, en sus líneas sencillas se percibe esa realidad que enseñó Jesús de que hay que ser un niño para entrar en el Reino así como otra afirmación de enorme relevancia.
Los meshalim de Jesús [1]
Una de las circunstancias que más me horroriza de España es cómo no pocos han decidido tomarse la guerra civil a beneficio de inventario. En otras palabras, la leen e interpretan de acuerdo con lo que les parece bien y cierran los ojos a la verdad dejando fuera lo que quieren.
Acaba el mes de julio y quien ahora se dirige a ustedes se va a tomar un descanso. No sólo de la radio que ese reposo comenzó ya hace varias semanas – y no es poco librarse de seis horas diarias de trabajo no remunerado – sino de la tarea cotidiana de los posts en esta página.