El viaje de Ciudad del Este a Asunción en el automóvil de R se resiste a cualquier descripción cabal. Creo que sólo me atrevería con ese empeño si alguna vez decido adentrarme en los procelosos terrenos de la novela gótica.
Les contaba ayer que, tras la exposición en la iglesia menonita, nos encaminamos a ver las cataratas de Iguazú. En realidad, la aventura comenzó el día antes. Tras una de mis conferencias, R se ofreció a llevarnos a mi asistente y a mi a ver este prodigio de la Naturaleza por el lado brasileño.
La experiencia en Ciudad del Este con la que concluirá mi primera semana en Paraguay no dejó de ser singular. De entrada, por primera vez en mi visita – y única – voy a estar alojado en un hotel agradable.
Voy a hacer gracia a mis lectores de tener que soportar la lectura de lo que fue el viaje a Paraguay.
Debería comenzar hoy la anunciada serie sobre Guatemala, pero he tomado la decisión de anteponerle otra dedicada a mi paso por Paraguay que concluyó ayer.
El segundo viaje misionero (XVI): las cartas a los Corintios (III): La primera carta a los Corintios (II)
Creo recordar que aprendí esta canción en un campamento para jóvenes un par de años después de mi conversión.
Se acerca la fecha del ilegal referéndum independentista impulsado por los nacionalistas catalanes y se multiplican las encuestas. Al parecer, la bochornosa charlotada la podrían ganar los secesionistas por la sencilla razón de que los partidarios de la democracia y de la legalidad en su mayoría no acudirían a votar.
En los relatos de la trágica crisis venezolana que empeora casi a diario y que llena nuestros medios echo a faltar la mención de dos aspectos que resultan esenciales para analizarla cabalmente.
El islam español demostró desde sus inicios una exasperante incapacidad para crear un sistema político estable. El califato creado por Abd-ar-Rahmán III resultó brillante, pero no pasó de ser una estrella que declinó de forma acelerada tras la muerte de Almanzor. Luego vino la fitna, la división entre reinos de taifas que tuvieron que recurrir a los fanáticos integristas del norte de África simplemente para retrasar la Reconquista.