Si, de entre las naciones que componen Centroamérica, Nicaragua, incluso El Salvador, aparecen ocasionalmente en los medios de comunicación, Honduras es la gran olvidada. Sin embargo, su relevancia no es escasa - ¿sabían que buena parte del chocolate suizo se fabrica con cacao hondureño? - siquiera porque es conceptuada en los informes internacionales como la nación más peligrosa del mundo. Durante las dos últimas décadas, Honduras ha progresado notablemente en términos económicos y basta recorrer las calles de Tegucigalpa para percatarse de ello.
Volver a Centroamérica tras dos décadas no es cosa baladí. La conocí en una época en que estaba desgarrada por la revolución y las guerras civiles – en una de ellas estuvieron a punto de fusilarme dos veces – y el reencuentro ahora ha resultado, a la vez, doloroso y dulce. Porque el subcontinente ha avanzado no poco y donde antes había casuchas ahora se levantan edificios de Zara o de franquicias norteamericanas, pero sus problemas no son escasos.
A diferencia de otros monjes y sacerdotes, Lutero distó mucho de ser un clérigo corriente. Por el contrario, desde el inicio de su carrera eclesiástica sus superiores consideraron que debía ser encaminado por la senda de la erudición. Así sería con efectos que perduran hasta el día de hoy.
Aquel muchacho parecía contar con una prometedora voz para cantar góspel. Incluso lo había demostrado en el coro de la iglesia evangélica a la que asistía en el sur de Estados Unidos. Fue entonces cuando descubrieron que su garganta albergaba un cuerpo extraño que exigía una rápida intervención quirúrgica.
Viriato, el equivalente del latino Torcuato, cautivó a autores como Apiano o Diodoro de Sicilia y fue considerado no sólo “ dux”e “imperator” de las tribus hispanas sino también el “Aníbal de los bárbaros”.
Me llega la noticia de que dos científicos rusos se encuentran muy avanzados en su proyecto de poner en funcionamiento la famosa torre de Tesla.
Si tuviera que compendiar los graves problemas con los que se enfrenta Honduras – inseguridad ciudadana, corrupción… - y la esperanza de que pueda superarlos tendría que referirme forzosamente a la ASJ, la Asociación para una Sociedad más justa.