Lo conozco hace años y hemos hablado en no pocas ocasiones. Sin embargo, ahora, al escucharlo, me quedo pasmado. La persona con la que comparto mesa acaba de revelarme que dirigió la campaña electoral de Suárez cuando el CDS sólo contaba con dos diputados. “No tenían un céntimo”, señala, “Fíjate que Rodríguez Sahagún vendía cuadros para costear la campaña”. “Eso es falta de medios”, reconozco.
Hace unos días participé en el programa de televisión Agenda Global para hablar de los derechos humanos en Venezuela y toda hispanoamérica. Aquí les dejo el vídeo:
Desde mediados de los noventa, he venido recibiendo textos inéditos y libros publicados procedentes de terceros. La intención de los remitentes es que los lea, que les de mi opinión e incluso que los ayude a publicarlos. En su inmensa mayoría, los manuscritos, a pesar del valor humano que pueden tener, no son buenos e incluso, literariamente, es común que dejen mucho que desear. Sin embargo, ocasionalmente, surge la excepción.
Fue en mis años mozos, pero lo recuerdo como si hubiera sucedido esta misma mañana. Uno de mis catedráticos de la facultad de derecho – que, por cierto, tenía fama de extravagante y se llamaba Rafael Gibert – comenzó a cantar en clase las virtudes del castigo físico. En un momento dado, insistió en que él mismo prefería que le dieran una serie de bastonazos a pasar tiempo en la cárcel. Finalmente, acabó sentenciando: “puesto a escoger entre una y otra cosa, deme usted un palo”.
El estreno de un documental sobre Himmler ha vuelto a poner de actualidad al Reichsführer de las SS. En no escasa medida, fue el epítome del nacional-socialismo, pero también una muestra de que éste no fue monolítico y en su seno incluyó tendencias diversas. Basta al respecto con compararlo con los otros dos grandes jerarcas: Hitler y Goebbels.
Señalaba en mi artículo anterior cómo la evolución económica iniciada ya en los años setenta, pero acentuada en la última década obliga a preguntarse si nos encontramos en una senda que conduce inexorablemente hacia el final de la clase media.
El sábado de la semana pasada por la mañana, tuve el honor y el privilegio de dar inicio con una ponencia a un encuentro celebrado en la Facultad de Derecho de FIU (Florida International University) sobre el diálogo en política. Incluyo el enlace. Tengo la sensación de que a nadie le sorprenderá mi posición.