Una de las esperanzas que abrigan los mortales es la de heredar. Las herencias tienen un no sé qué de agradable que procede, en no escasa medida, de que no son fruto del esfuerzo propio sino de la laboriosidad e incluso la generosidad ajenas. Por supuesto, no siempre es fácil recibirlas.
Las generaciones actuales no pueden imaginar lo que fue la carrera espacial de hace ya - ¡cómo pasa el tiempo! – medio siglo. El envío de hombres al espacio, las órbitas de naves estelares en torno a la tierra, la llegada del hombre a la luna no les dicen apenas nada si es que les dicen algo.
LOS PRIMEROS CRISTIANOS: LAS FUENTES ESCRITAS (X): FUENTES CRISTIANAS (VIII): Obras apócrifas perdidas (I)[1]
La sección de antropología del museo de Historia natural resulta extraordinariamente interesante. De acuerdo con la ortodoxia oficial, el museo expone lo que parece una aparición sucesiva de seres humanos cada vez más perfeccionados hasta llegar a la actualidad.
He señalado ya que la actual campaña presidencial en Estados Unidos se está caracterizando por una enorme suciedad. Hace apenas unas horas, me lo comentaba en Washington un auténtico veterano insistiéndome en que, en más de cincuenta años, no había visto una situación semejante.
Erdogan ha sido siempre peculiar y no lo digo solo porque fuera el aliado principal de ZP en aquel disparate denominado “alianza de civilizaciones”. Islamista en una república llevada a la modernidad y la secularización por Kemal, no tardó en captar las posibilidades que le proporcionaba el caos creado, primero, por la invasión de Irak y, después, por la subversión en Siria.