En los últimos días, algunos han manifestado su sorpresa y horror al saber que las huestes del estado islámico violan de manera sistemática a sus prisioneras. El horror es comprensible; la sorpresa sólo se entiende si desconocen de manera grave la vida de Mahoma.
Aún no han dado inicio las primarias presidenciales en Estados Unidos y parece existir la sensación de que los nominados serán, finalmente, Hillary Clinton por el partido demócrata y Jeb Bush, por el republicano.
LOS PRIMEROS CRISTIANOS (II): LA COMUNIDAD DE LOS DOCE EN JERUSALÉN (30-40 D. J.C.): DE LA CRUCIFIXIÓN DE JESÚS (30 d. J.C.) A LA CORONACIÓN DE AGRIPA (40 d. J.C.) (II)
Para aquellos que creen que por sus obras, sus méritos o su sometimiento a ceremonias y ritos les queda abierto el camino del cielo, Dios suele ser, en la práctica, un ente pequeño.
Sólo hay una emoción humana que no aparece en el libro de los Salmos al que hemos dedicado las últimas entregas. Se trata del amor entre un hombre y una mujer.
Entre las muestras de incomprensión e ignorancia que se repiten en relación con el continente americano se encuentra la de igualar a las distintas culturas que lo poblaban antes de la llegada de los europeos.
Resulta en ocasiones sorprendente descubrir la impresión tan absolutamente errónea que tiene el gran público de determinadas obras literarias. Estoy convencido de que para la inmensa mayoría la historia de Aladino y su prodigiosa lámpara no pasa de ser un relato para niños destinado única y exclusivamente al consumo infantil.