Para muchos, los profetas son simplemente personajes que, en su nacionalismo, no ven más allá de los estrechos límites de su país y de su cultura. Su mensaje puede tener interés, sí, pero no más allá de lo local. Esta opinión se repite con cierta frecuencia, pero no pasa de ser un grosero error.
Hoy deseo hablarles de dos sitios extraordinarios y con pocos paralelos en el resto del globo. El primero es el cementerio de Recoleta. Hasta que lo conocí pensé que nada podía superar a otro cementerio, ese ubicado en Moscú, el de Novodevichy, donde reposa, entre otros, Chéjov.
La figura de Gandhi es una de las más extraordinarias de la Historia. También, sin duda, de las más controvertidas. En India, sigue siendo un personaje de referencia, pero, paradójicamente, poco más que eso. Nadie parece recordar sus enseñanzas sobre la no-violencia ni tampoco se ha formado un partido que siga sus principios.
LOS PRIMEROS CRISTIANOS: LA IDEOLOGÍA DEL JUDEO-CRISTIANISMO EN EL ISRAEL DEL SIGLO I (XIX): LA ESCATOLOGÍA (II): Jesús, el que volverá
Hay ocasiones en la vida en que parece que no existe ningún camino por el que transitar. Todo se bloquea, todo queda encajonado, todo parece detenido de manera desesperante.
Al final, la marca que distingue al profeta verdadero del falso es si se cumple aquello que anunció por inverosímil que pudiera parecer cuando lo hizo (Deuteronomio 18: 22).
Pasear por Buenos Aires constituye un placer estético, cultural e histórico. Les propongo que se detengan un momento en la Plaza de Mayo que algunos, muy equivocadamente, relacionan sólo con las madres de los desaparecidos.