Viajar por China siempre constituye una experiencia fascinante. Abandonar las grandes urbes como Beijing o Shanghai y adentrarse por su inmenso territorio permite contemplar una nación que no deja de crecer prodigiosamente.
Nanjing tiene distintas ventajas y una de ellas es su sistema ferroviario. Dejo a la discreción del lector el que saque sus conclusiones sobre su estación de ferrocarril en uno de cuyos vestíbulos entraría holgadamente la estación del AVE de Atocha, en Madrid. Tampoco me voy a detener en un tren de alta velocidad que es superior incluso al que realiza el trayecto Madrid-Sevilla.
LA IDEOLOGÍA DEL JUDEO-CRISTIANISMO EN EL ISRAEL DEL SIGLO I (XV): LA PNEUMATOLOGÍA (IV): la recepción del Espíritu Santo
Los viernes, como ustedes saben, dedico mi blog a un estudio bíblico y, desde hace meses, hemos ido examinando el mensaje de los profetas. Esta semana, con su permiso, me voy a permitir hacer una excepción. Mis amigos Ana y Lance me hicieron llegar un video que, desde mi punto de vista, contiene muchos de los aspectos que caracterizan el mensaje de los profetas.
Llegar de Harbin a Nanjing constituye un agradable viaje de avión de menos de dos horas. Tanto el aeropuerto como el aparato estáN a la altura de lo que se encuentra en Estados Unidos en vuelos locales y resulta mejor que lo que encontraríamos en España. Impresiona llegar a esta ciudad que rezuma prosperidad con sus innumerables rascacielos, sus empresas – nacionales y extranjeras – más presentes que en la mayor parte de las urbes europeas o americanas y con una estación de tren en uno de cuyos vestíbulos cabría holgadamente la del AVE de Madrid con tortugas incluidas. Todo esto abruma y abruma especialmente cuando se conoce la Historia de Nanjing.
En las últimas semanas, el editorial de La Voz ha sido objeto de ataques y para ello se ha señalado que utilizaba el tema de Stand by Me. Para evitar la censura del programa, ya habrán reparado que hemos conservado la sintonía de siempre en el programa completo y nos valemos de otro para el editorial.