Hace un par de años se realizó una encuesta entre los libreros de Estados Unidos para determinar cuál había sido la mejor novela del s. XX. Por abultada diferencia, se alzó con el galardón Matar a un ruiseñor, la única novela debida a Harper Lee, una amiga íntima de Truman…
“Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, de manera que te preocupes de comportarte según lo que en él está escrito. Porque entonces harás que tu camino prospere y tendrás éxito”.
“Así dice Adonai: “Mira, alzaré mi mano a las naciones y elevaré mi estandarte ante los pueblos, y traerán a tus hijos en su seno y tus hijas serán llevadas sobre sus hombros”
“Matsdiq rasha umarshia tsadiq toebot YHVH gam-shnijem”, lo que podría traducirse como “dejar en libertad al culpable y condenar al justo... ambas cosas son abominables para YHVH”.
“Aunque la higuera no florezca y no haya fruto en la viña, aunque el producto del olivo falte y los campos no den alimento. Aunque no haya ovejas en la majada ni vacas en los corrales... exultaré en YHVH y me regocijaré en el Dios de mi salvación”.
“Todavía no se ha cumplido el plazo señalado, pero se aproxima y no miente. Aunque parezca que tarda, espérala, porque vendrá con seguridad y no se retrasará. Su alma está llena de soberbia y no es recta, pero el justo vivirá por su fe”.