“Porque los montes se moverán y los collados temblarán, pero mi misericordia no se apartará de ti, ni se romperá el pacto que te otorga mi paz, dice YHVH el que tiene misericordia de ti”.
Lo anuncié hace unos días en la Linterna. Podíamos esperarnos que Rubalcaba llevara a cabo una aparatosa operación policial para que ZP pudiera esgrimirla en el segundo debate televisado.
“YHVH es mi luz y mi salvación. ¿A quién voy a temer? YHVH es la fortaleza de mi vida. ¿De quién voy a tener miedo?”
Si Aznar – como era su deber – hubiera desclasificado los papeles del CESID relativos al GAL es más que posible que Felipe González no anduviera ahora por esos mundos de Dios insultando a todo bicho viviente y perdonando la vida a los que aman la libertad.
El último versículo del salmo me parece especialmente alentador.
Según el salmista, si el hombre justo es similar al árbol que da fruto, el malo es semejante a la paja y al tamo.
Mira que lo que intento una y otra vez, pero no hay manera. Se mire como se mire, ese hijo de jefe local del Movimiento nacional en la época de Franco que es el ministro Mariano Fernández Bermejo no para de cometer tropelías.
Palabra de honor que no comprendo el peso que tiene Pedro Zerolo en el seno del PSOE.
No resulta poco habitual que la gente ansíe dar buenos frutos y, de paso, prosperar.
El salmista señala una bendición expresa para aquella persona que conjuga en su vida dos conductas.