El cuarto libro de la Torah o Números deriva su nombre del hecho de que los capítulos iniciales se refieren al censo, o numeración, de las tribus israelitas. Su temática - como indica su nombre hebreo “Ba midvar” (en el desierto) - está relacionada fundamentalmente con la travesía del desierto por parte de los israelitas en dirección a la Tierra que Dios le prometió a Abraham.
El tópico ha colocado la figura de Alfonso X de Castilla en el encasillamento de un monarca cortesano dedicado al cultivo de la sabiduría. La realidad fue mucho más versátil y, sobre todo, mucho más fecunda.
Una de las óptimas consecuencias de páginas como Facebook o como http://www.cesarvidal.com es la posibilidad de diálogo con otras personas. En ocasiones, sus comentarios son alentadores; en otras, críticos e incluso no faltan los trolls que parece que disfrutan incordiando. A todo ello se añade aquel tipo de observaciones que llevan a pensar. Concretamente, la semana pasada preguntaba yo a uno de los paseantes del muro como abordaría ciertas situaciones especialmente delicadas y, en un momento determinado, me respondió a su vez indagando que haría yo en el lugar de un determinado primer ministro.
Estos días ha sido el décimo aniversario de la muerte de Yasir Arafat y, de manera bien reveladora, las menciones han sido escasas internacionalmente y casi nulas en Gaza y Cisjordania. Para aquellos que crecimos en medio de imágenes como la del Che o Arafat no deja de ser significativa esa actitud.
No desearía ofender a nadie, pero sostener que Putin pretende reconstruir la URSS simplemente porque reacciona contra la ubicación de misiles en sus fronteras es una pavada semejante a la de afirmar que si España defiende Ceuta y Melilla es porque tiene la intención de resucitar su imperio colonial en Marruecos con Franco y la legión.
Al día siguiente, el 14 de octubre, acompañado por Feilitzsch y Ruhel como representantes del Elector, Lutero presentó una exposición detallada sobre la eficacia sacramental y la justificación por la fe.
Hace un par de años, cuando me encontraba cubriendo para este periódico la campaña presidencial en Estados Unidos, escribí como conclusión un artículo donde señalaba que la reelección de Obama había sido la derrota de los WASPS, el término utilizado históricamente para referirse a los “Blancos, anglosajones y protestantes” que han configurado la Historia de Estados Unidos desde sus comienzos.